“El feedback es un proceso a través del cual los estudiantes interpretan la información recibida a través de diferentes fuentes y la utilizan para mejorar su trabajo o estrategias de aprendizaje” Carless y Boud (2018, p. 1).
Para realizar un feedback óptimo, debemos centrar nuestro ejercicio en encontrar experiencias en que el proceso de autorregulación se produzca a partir de la interiorización de un feedback referente a unos criterios (conocidos des del inicio) de una determinada tarea. Esta interiorización, difícilmente se ve reflejada en una única tarea, ya que en el momento en que el estudiante recibe un feedback, aplica (o no) el comentario recibido por el simple hecho de que, para él / ella, forma parte del progreso de la misma tarea. Es por esta razón que trabajando con dos tareas similares (T1 y T2) se puede ver mejor si se produce o no una apropiación del feedback y, en consecuencia, un progreso en la competencia de aprender a aprender. Tal como se puede ver en el esquema siguiente, la situación que debemos buscar debería tener una tarea 1 con dos retornos, con el objetivo que el estudiante tuviera un papel activo y la posibilidad de modificar o rehacer, y una tarea 2, donde se pudiera ver si el alumno / a, de manera autónoma, aplica el feedback recibido en la tarea 1 y, por lo tanto, lo ha interiorizado. |